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El humo se desplaza sobre un claro durante una quema controlada en el condado de Placer. El objetivo de California es tratar un millón de acres al año con quemas controladas y otras medidas de reducción de combustible. Una de las metas es ayudar a los propietarios a aprender a quemar de forma segura. (Tim McConville, UC Davis).

5 Formas de Prevenir y Prepararse para los Incendios Forestales

Traducido por Gabriela Jimenez del Artículo original (English version)

Cada año, los incendios forestales causan la muerte de personas y animales, destruyen hogares y queman miles de hectáreas de terreno. Los incendios forestales son una fuente de preocupación para la población, que se siente motivada a actuar para evitar más devastación.

Pero, ¿cómo podemos prevenir los incendios forestales? Y si la prevención no es posible, ¿cómo podemos prepararnos y adaptarnos a ellos?

Los investigadores de UC Davis han hecho descubrimientos clave sobre cómo prevenir y prepararse para los incendios forestales.

 

1. Limitar el combustible

Una forma irónica pero muy eficaz de prevenir los incendios forestales es combatir el fuego con fuego.

 

Quemas de baja intensidad

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Con las quemas controladas de baja intensidad, los árboles más pequeños y la maleza se ralean, dejando árboles más grandes y consolidados. (North Lab/UC Davis)

 

Las quemas de baja intensidad, como las que se utilizan en los incendios programados, ayudan a eliminar el combustible adicional, como árboles pequeños y maleza, que podrían provocar fácilmente que un incendio forestal se descontrolara.

Cuando nos referimos a un incendio, baja intensidad significa una medida baja de liberación de calor. Baja severidadsignifica un bajo nivel de impacto ecológico o de daños causados por un incendio.

Malcolm North, ecólogo forestal y profesor adjunto de UC Davis quien trabaja en la mitigación de incendios forestales en California, afirma que estos incendios de baja intensidad son en realidad saludables para los bosques. Además, evitan la emisión de una cantidad excesiva de carbono a la atmósfera, intensificando el cambio climático.

Según North: "Muchos tipos de bosques secos son mucho más sanos cuando tienen regularmente incendios superficiales de baja intensidad. La mayoría de las prácticas con las quemas culturales en América iban en esta línea. Es muy beneficioso".

 

Quemas culturales

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Melinda Adams prende fuego a un campo de liendrilla de venado durante el Taller sobre el Fuego Indígena en el Jardín de la Reserva Natural de Cache Creek en Woodland en 2020. (Alysha Beck/UC Davis)

 

Las quemas culturales son fuegos controlados de baja intensidad utilizados desde hace miles de años por los Nativos Americanos como herramienta de restauración del territorio.

"No nos limitamos solo a sanar el paisaje con un quema controlada que regenere las plantas, reduzca la carga de combustible y eleve el nivel freático. Estamos participando en una comunidad de curación", afirma Melinda Adams, antigua candidata al doctorado en Estudios Nativos Americanos de la UC Davis y miembro de la Tribu Apache de San Carlos.

En el artículo Melinda Adams: Flame Keeper, explica que las quemas culturales no son lo mismo que las quemas controladas o los incendios programados.

"Está muy centrada en la tribu y en un lugar específico", afirma. "Las lecciones y soluciones que se aprenden en una zona no son necesariamente trasladables a otra".

 

Quemas programadas

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Chris Paulus, jefe de batallón jubilado de Cal Fire, da al grupo encargado de la quema programada de Ted Odell algunos consejos sobre las quemas seguras y lentas. (Tim McConville/UC Davis)

 

Una quema programada o controlada es un tipo de quema de baja intensidad cuyo objetivo es aumentar la resiliencia de un bosque en lugar de restaurarlo.

"Raleando los bosques podemos reducir el estrés hídrico y hacerlos más resistentes a la sequía y al cambio climático", afirma Christina Restaino, becaria postdoctoral del Departamento de Ciencia y Política Medioambiental de UC Davis y autora principal de un estudio sobre estructura forestal y clima.

Según el estudio, los bosques poco densos también son más resistentes frente a los brotes de escarabajos de la corteza.

El acuerdo de administración de California con el Servicio Forestal de EE.UU. establece el compromiso de quemar controladamente 500.000 acres (200.000 hectáreas aprox.) de terreno al año para ayudar a controlar los incendios forestales.

Para lograr este objetivo, las agencias gubernamentales y las asociaciones de quemas vecinales están enseñando a los propietarios a realizar sus propias quemas controladas en sus propiedades y a conseguir los permisos necesarios.

2. Crear bosques resilientes

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Yoshi Maezumi y Rebecca Wayman (izquierda a derecha) de UC Davis, de pie en el terreno de Ted Odell durante una quema prescrita en la propiedad. (Tim McConville/UC Davis)

 

La resiliencia es difícil de cuantificar, pero para los investigadores de UC Davis especializados en incendios forestales era importante crear una definición para su estudio de bosques afectados por incendios frecuentes.

Según los investigadores, "la resiliencia es una medida de la adaptabilidad del bosque a una serie de factores de estrés y refleja la integridad funcional del ecosistema".

El objetivo de las quemas de baja intensidad es crear bosques de baja densidad. Los bosques de baja densidad significan menos árboles y maleza, lo que permite que los árboles más grandes crezcan más fuertes y resistentes.

Los bosques de baja densidad no sólo son más resistentes a los incendios forestales graves, sino también a la sequía, los escarabajos de la corteza y el cambio climático.

 

3. Construir viviendas resistentes a los incendios forestales

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Nitin Kumar, Michele Barbato, Julie Nguyen y Thomas Tonthat posan con los bloques de tierra que fabricaron en sus instalaciones de Bainer Hall. (Karin Higgins/UC Davis)

 

Cada vez más incendios forestales abandonan los bosques y se adentran en las zonas urbanas, lo que supone un mayor riesgo de destrucción de nuestros hogares.

"Vamos a necesitar unos 2.000 millones de viviendas nuevas en los próximos 80 años", afirma Michele Barbato en un artículo de UC Davis sobre su investigación de los bloques de tierra.

Barbato es codirector del Centro de Investigación sobre Adaptación al Clima de UC Davis y profesor de ingeniería estructural.

"Si construimos como lo hacemos ahora, no hay mucho que hacer en términos de cambio climático. Simplemente no es sostenible", afirmó.

 

Bloques de tierra comprimida frente a ladrillos de adobe

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El candidato a doctor Nitin Kumar utilizó un soplete sobre un bloque de tierra fabricado en laboratorio y un bloque de madera. (Karin Higgins/UC Davis)

 

Afortunadamente, Barbato lleva más de una década investigando un material de construcción resistente a los incendios forestales: los bloques de tierra; una forma de barro comprimido y estabilizado.

Los ladrillos de adobe se utilizan desde hace más de 10.000 años y también resisten los incendios forestales. Pero, a diferencia de los ladrillos de adobe, los bloques de tierra pueden resistir terremotos y huracanes gracias a su sólida ingeniería estructural.

En sus pruebas, Barbato descubrió que sus bloques de tierra pueden resistir terremotos de magnitud 7, huracanes de categoría 5 y tornados de categoría 3. Y lo que es más importante, si la gente viviera en una casa de bloques de tierra comprimida en estas situaciones, sus vidas no correrían peligro.

 

Desventajas de los bloques de tierra comprimida

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De izquierda a derecha, Nitin Kumar, Julie Nguyen, Michele Barbato y Thomas Tonthat examinan los bloques de tierra que el equipo ha fabricado y quemado. (Karin Higgins/UC Davis)

 

Aunque se ha demostrado que los bloques de tierra resisten incendios forestales, terremotos, huracanes y tornados, el público sigue teniendo dudas a la hora de aceptarlos como material de vivienda. En el pasado, se promocionaron versiones mal diseñadas con materiales similares, lo que dejó en el público una percepción negativa.

El hormigón, el acero y la madera se benefician de un fuerte lobby, pero los bloques de tierra no cuentan con esta ventaja en la formulación de políticas.

Se necesita tiempo para que el equipo de Barbato y otros puedan resolver las brechas en los conocimientos de ingeniería para que los bloques de tierra sean aún más seguros.

Hasta que no se resuelvan estos temas, es poco probable que los bloques de tierra se utilicen en la construcción general de viviendas. Sin embargo, se necesitan con urgencia porque, con la situación actual del cambio climático, el sistema de construcción de viviendas es insostenible.

 

Áreas de defensa contra incendios forestales

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Las llamas y el humo se elevan sobre las casas durante el incendio Carr en 2018. (Servicio Forestal del USDA)

 

Dado que actualmente no se utilizan bloques de tierra, ¿qué pueden hacer los propietarios para proteger sus casas de los incendios forestales? La respuesta son las áreas de espacio defendible.

Barbato describe la importancia del espacio defendible para evitar la devastación de las casas por los incendios forestales en un vídeo de UC Davis Research en YouTube.

"El espacio defendible es la barrera entre el edificio y la vegetación o cualquier zona silvestre que lo rodee", explica Barbato. "Este espacio es necesario para detener o al menos ralentizar la propagación de los incendios forestales. Ayuda a proteger las casas de las llamas y también proporciona a los bomberos un espacio seguro desde el que pueden combatir el fuego."

 

Áreas de espacio defendible

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Gráfico de zonas de espacio defendible. No se muestra la zona 0. (CAL FIRE)

 

Según Barbato, "los códigos de construcción e incendios de California obligan a los propietarios a crear un espacio de protección de 30 metros o hasta el límite de la propiedad, lo que esté más cerca."

Hay tres zonas que componen el espacio defendible: zona 0, zona 1 y zona 2.

 

Zona 0: Zona resistente a las brasas

La zona 0 se extiende hasta 1,5 metros alrededor de la casa, incluido el espacio bajo y alrededor de las terrazas. Esta zona no es obligatoria por ley, pero es la más importante a la hora de defender su casa de los incendios.

En la zona 0, los propietarios deben:

  • Utilizar materiales de pavimentación incombustibles.
  • Tener plantas de bajo crecimiento, no leñosas, debidamente regadas y mantenidas.
  • Limitar el mobiliario de exterior y otros materiales combustibles en las terrazas.
  • Sustituir las puertas de las vallas combustibles por una alternativa incombustible.
  • Reubicar los contenedores de reciclaje de basura, vehículos y otros elementos combustibles fuera de la zona.

 

Zona 1: Zona limpia y verde

La zona 1 se extiende hasta 9 metros fuera de su casa y es requerido por la ley de California.

En la zona 1, los propietarios deben:

  • Eliminar todas las plantas muertas, la hierba, las malas hierbas, las hojas secas y las agujas de pino del césped, el tejado y los canalones de lluvia.
  • Retirar las ramas que cuelguen sobre el tejado.
  • Mantener las ramas a 3 metros de las chimeneas.
  • Recorte los árboles con regularidad para mantener las ramas a una distancia mínima de 3 metros de otros árboles.
  • Aleje los montones de leña de la casa.
  • Retire la vegetación y los objetos que puedan incendiarse de alrededor y debajo de las terrazas, balcones, escaleras y cerca de las ventanas.
  • Separe los árboles, arbustos y otros elementos que puedan incendiarse.

 

Zona 2: Zona de combustible reducido

La zona 2 se extiende 30 metros desde la casa o hasta el límite de la propiedad, lo que esté más cerca. Es obligatoria por ley en California.

En la zona 2, los propietarios deben:

  • Cortar la hierba entre 10 y 15 cm.
  • Crear espacios horizontales y verticales entre la hierba, los arbustos y los árboles.
  • Retirar tantas hojas caídas, agujas, conos y ramas pequeñas como sea posible.
  • Proporcionar un mínimo de 3 metros de espacio libre para todos los montones de madera expuesta en todas las direcciones.

 

Más sobre casas resistentes al fuego

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Captura de pantalla de UC Davis LIVE: Mitigación del riesgo de incendios forestales en hogares y comunidades. (UC Davis)

 

En un video de UC Davis LIVE, Barbato responde a las preguntas más frecuentes sobre viviendas resistentes al fuego junto con Jim Thorne, investigador científico del Departamento de Ciencia y Política Medioambiental de UC Davis.

Tratan temas como la pintura resistente al fuego, los pirocúmulos o nubes de desarrollo vertical, la brisa del delta, la humedad, los árboles, cómo afectan los incendios forestales a la capa marina y el cambio climático.

 

4. Monitoreo de la calidad del aire

Aunque no esté cerca de un incendio forestal, es buena idea vigilar la calidad del aire de su región, ya que el humo de los incendios forestales puede viajar largas distancias.

 

El mejor monitor de calidad del aire

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Estos instrumentos de muestreo de la calidad del aire formaban parte del laboratorio móvil de muestreo de Keith Bein utilizado en anteriores incendios forestales. (Cortesía de Keith Bein/UC Davis)

 

Afortunadamente, es fácil controlar la calidad del aire a través de aplicaciones como AirNow de la EPA, que mide la calidad del aire utilizando una escala llamada Índice de Calidad del Aire de Estados Unidos. Cuanto más alto sea el número en la escala y más morado esté, peor será la calidad del aire.

 

Cómo afecta la mala calidad del aire a gatos y humanos

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Una gatita que sobrevivió a un incendio en el condado de Butte es fotografiada en el VCA en Chico, California el 21 de noviembre de 2018, donde recibe tratamiento del veterinario de UC Davis Jamie Peyton por quemaduras en sus patas. Peyton es el jefe del Servicio de Medicina Integrativa en el Hospital Docente de Medicina Veterinaria de UC Davis y ha desarrollado un método para tratar quemaduras con piel de tilapia. (Karin Higgins/UC Davis)

 

La mala calidad del aire puede tener graves efectos para la salud, sobre todo para el corazón. Lo sabemos por los gatos.

En 2020, el Hospital Docente de Medicina Veterinaria de UC Davis realizó un estudio sobre 51 gatos afectados por incendios forestales. Estos gatos tenían quemaduras y sufrieron inhalación de humo.

Los investigadores veterinarios de UC Davis descubrieron que los incendios tuvieron importantes repercusiones cardiovasculares. Los gatos presentaban una incidencia mucho mayor de engrosamiento del músculo cardiaco y formación de coágulos sanguíneos. Los gatos que desarrollaron coágulos sanguíneos corrían un alto riesgo de muerte súbita.

Los humanos experimentan efectos similares. Las personas que sufren quemaduras severas tienen un mayor riesgo de sufrir alteraciones cardiovasculares.

 

Tóxicos atmosféricos

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Los intereses de investigación de Keith Bein van más allá de perseguir el humo de los incendios forestales. También estudia la contaminación atmosférica, la meteorología y la dinámica, el papel de las partículas en el cambio climático, la captura y retención de carbono, la justicia ambiental y otros temas relacionados con la calidad del aire. (Karin Higgins/UC Davis)

 

Las sustancias liberadas al aire se conocen como contaminantes del aire, y las sustancias tóxicas se conocen como tóxicos.

Dado que los gatos del estudio de UC Davis inhalaron humo de incendios forestales en entornos urbanos, es probable que también inhalaran sustancias tóxicas. Se necesita más investigación para determinar cómo afectan estos tóxicos a los gatos y a los humanos.

Anthony Wexler, Académico distinguido y Director del Centro de Investigación de la Calidad del Aire de la UC Davis, desarrolló un nuevo método para monitorear la calidad del aire durante los incendios forestales que considera los tóxicos urbanos.

"En las casas hay plástico, metal, disolventes, pintura, pesticidas, coches en el garaje hechos de goma y metal, y todo lo demás. Y en estos incendios, todo queda reducido a nada", dijo Wexler. "Bueno, nada más humo", añadió.

Wexler se asoció con Keith Bein, investigador asociado también del Centro de Investigación de la Calidad del Aire, para utilizar una máquina móvil para medir la calidad del aire en zonas urbanas.

Por desgracia, los investigadores no tienen acceso a las zonas afectadas por incendios forestales, lo que significa que no han podido recopilar suficientes datos. Pero están trabajando con Cal Fire para encontrar una forma segura de recopilar datos en caso de que se produzca otro incendio forestal.

 

5. Encuentre formas de mantenerse positivo cuando sienta ansiedad climática

La ecoansiedad, también conocida como ansiedad climática, fue acuñada en 2011 por Glenn Albrecht, profesor honorario de la Facultad de Geociencias de la Universidad de Sidney.

Según Albrecht, la ecoansiedad se refiere a un miedo crónico a la fatalidad medioambiental. También puede referirse a sentimientos de ansiedad y depresión causados por pensar en los importantes efectos negativos del cambio climático.

 

Desesperanza climática

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El sargento del Ejército de los Estados Unidos Rodrigo Estrada de la Guardia Nacional del Ejército de California, de Chico, lidera un equipo que lleva a cabo operaciones de búsqueda y limpieza de escombros el 17 de noviembre de 2018, en Paradise, California. (Guardia Nacional del Ejército de Estados Unidos)

 

Como perseguidor de incendios forestales, Bein está familiarizado con las sensaciones físicas que provocan los incendios forestales -irritación de ojos, nariz y garganta- y las emocionales.

Durante el Camp Fire de 2018, uno de los incendios forestales más mortíferos y destructivos de la historia de California, Bein llevó su equipo móvil de calidad del aire a Paradise y fue testigo de la devastación del pueblo donde vivían muchos de sus amigos.

"Me quedé con cuatro o cinco personas que perdieron sus casas", explica. "Ves el drama en ellos y la forma en que les está afectando, y realmente no sabes cómo actuar o qué decir".

Describió la desesperación que conlleva su línea de trabajo y cómo empeora con otras noticias deprimentes.

"Cuando estás en medio de este pastel de capas de crisis, todo se comprime sobre ti, y te sientes muy abrumado", dijo.

 

Esperanza en la ansiedad ecológica

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Keith Bein, investigador profesional de calidad del aire de UC Davis, en un día despejado en UC Davis. (Karin Higgins/UC Davis)

 

"Pero la esperanza está en la acción", añade Bein. "La esperanza está en los pequeños pasos que puedes dar. Reconocer que no puedes cambiar el mundo, pero si hacer las cosas que puedes hacer".

Adams piensa lo mismo. Sigue comprometida con su trabajo como científica medioambiental, enseñando a los estudiantes a utilizar el fuego como herramienta de restauración.

Algunos de los alumnos de su clase "Keepers of the Flame" (Guardianes de la llama) fueron desplazados por los incendios forestales y siguen sintiendo ansiedad por el clima.

"Sus sentimientos son muy reales, válidos y los comprendo", afirma. "Para mí, no he llegado al punto de sentir que podría no haber un futuro o una California".

Ella busca motivación y esperanza en la resistencia de sus antepasados indígenas.

"Nunca se rindieron. Resistieron a la colonización y al colapso de sus mundos. ¿Quién soy yo para rendirme cuando ellos no lo hicieron? No renunciaron a su juventud ni a su futuro, y yo tampoco lo haré", afirma Adams.

 

Justicia climática y social

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La científica medioambiental y candidata al doctorado en Estudios Nativos Americanos Melinda Adams observa el Jardín de Cultivo y Recolección de la Reserva Natural de Cache Creek, en el condado de Yolo. (Alysha Beck/UC Davis)

 

Tanto a Bein como a Adams les anima la pasión de sus alumnos por el cambio climático.

"Muchos jóvenes están formando grandes organizaciones de defensa y presionando de verdad", afirma Bein. "Dicen: 'No quiero que tengan esperanza. Quiero que cunda el pánico y actúen como si sus casas estuvieran ardiendo, porque están ardiendo' ". Me encanta esa energía y esa motivación".

Cuando crecía, Adams escuchaba historias de sus parientes sobre su gente que luchaba por el cambio aunque quizá nunca lo vieran en vida. Su lucha era por sus hijos y nietos.

Ella ve esta misma pasión por luchar por la justicia climática en los ojos de sus estudiantes y en los de las comunidades menos representadas.

"El activismo social y medioambiental está cobrando un gran impulso en estos momentos", afirma Adams. "Nuestros jóvenes están asumiendo el reto del cambio climático. Lo han heredado, pero son listos e inteligentes. Están denunciando las injusticias raciales. Están muy preparados para asumir esta lucha".

 

 

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