En Chile, la industria de aceite oliva extra virgen es joven. Si bien los españoles llegaron a nuestro país con olivos, en nuestro país preferíamos producir para consumo doméstico. Sólo 400 años después, en 1952, la familia Cánepa –actual TerraMater- incorporó tecnología para la producción masiva de aceite de oliva. Aunque el despegue de esta industria comenzó a fines de las 90. Y dado a que siempre el foco de la producción ha sido aceite oliva extra virgen (el de mejor calidad), esta industria ha crecido a pasos vertiginosos recibiendo múltiples galardones a nivel internacional.

Ante este auspicioso escenario, el sector olivícola decidió organizarse y en 2005 formó la asociación gremial ChileOliva, que hoy representa a más del 93% de la industria nacional de productores de aceite de oliva, lo que incluye a los proveedores de materia prima y a los que elaboran, envasan y comercializan este producto. Juan Ramsay es Presidente de su Directorio y la ingeniera agrónoma Gabriela Moglia, su Gerente General. 

Ambos profesionales concurrieron a UC Davis Chile para conocer cómo el trabajo de este centro de excelencia internacional puede aportar con soluciones tecnológicas para aumentar la productividad y calidad de los cultivos, incluyendo el olivo y su fruto, la aceituna.